Compartir se vuelve una forma de altruismo al beneficiarse del intercambio de pensamientos, energías e ideas; siempre y cuando el intercambio sea positivo.
Nuestra naturaleza nos empuja a compartir, construir y pertenecer
La solidaridad nos encamina a un estado de acción feliz y genera bienestar, se retroalimentan nuestras relaciones interpersonales al crear empatía. La cooperación y no la competición es la que nos hace evolucionar e históricamente nos ha hecho desarrollarnos a lo largo del tiempo. Actuar en grupo y compartir es parte de los cambios evolutivos que necesitamos como seres humanos.
De La Depresión a la fiesta
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La supervivencia y los cambios de la humanidad se deben a que somos una especie social, que comparte; una especie que es capaz de adaptarse a comportamientos de colaboración y trabajo en equipo.
Estudios científicos confirman que son las capacidades de cooperación y los momentos en los que el ser humano comparte los responsables del éxito de las especies animales, entre ellas la nuestra.
Compartir es parte importante en la supervivencia del planeta y en definitiva la construcción conjunta brinda seguridad, progreso y crecimiento. Compartir es la antítesis de la soledad dañina.
Nuestra capacidad para compartir está profundamente relacionada a nuestros impulsos más primitivos. Investigaciones demuestran que estamos programados natural y genéticamente para compartir y que no somos afectos al sufrimiento de los demás y a la injusticia.
Si este intercambio y comportamiento básico se produce, la relación social funcionará. Incluso, si la devolución es mayor a lo compartido, surgirá un sentimiento positivo “de deuda” para satisfacer al otro en mayor medida. Así, la humanidad evoluciona haciendo sentir importantes a los demás, lo cual aumenta el bienestar social y el crecimiento.
Las relaciones se equilibran y tienden a hacerse más fuertes cuando se comparten experiencias, vivencias, formas de vida; las relaciones interpersonales se fortalecen cuando se crece con alguien, cuando se comparte con los demás.